Hace tiempo que quiero salir un poco de la ciudad para hablar de temas forestales que me preocupan.
La península Ibérica tiene como principal especie cobertora a la encina (Quercus ilex spp.), y aparte de las muchas amenazas ya conocidas y de la drástica disminución de las precipitaciones, o precisamente por eso, se está extendiendo una muerte lenta pero inexorable.
Sirva este post como llamada de atención sobre el tema al que entraré, como no puede ser de otro modo, desde una perspectiva histórica.
Le debemos mucho a esta especie tosca y generosa, pensad en ello.
La generosidad de la empresa Novainsectos me permite presentaros aquí una descripción fitopatológica.
La península Ibérica tiene como principal especie cobertora a la encina (Quercus ilex spp.), y aparte de las muchas amenazas ya conocidas y de la drástica disminución de las precipitaciones, o precisamente por eso, se está extendiendo una muerte lenta pero inexorable.
Sirva este post como llamada de atención sobre el tema al que entraré, como no puede ser de otro modo, desde una perspectiva histórica.
Le debemos mucho a esta especie tosca y generosa, pensad en ello.
La generosidad de la empresa Novainsectos me permite presentaros aquí una descripción fitopatológica.
Erwinia
querciana
Se
trata de una bacteria Gram-negativa y anaeróbica facultativa no
formadora de esporas que provoca en las plantas afectadas, chancros
en fustes y ramas y exudaciones salivosas en yemas y bellotas de
especies del género denominado Quercus,
refiriéndose al síndrome llamado de modo genérico como “seca de
la encina”. Al descortezar se observan lesiones internas, pardas,
rojizas que afectan a la madera. En frutos, brotes y yemas pueden
aparecer copiosos exudados de color pardo, caída prematura de
frutos, decaimiento, etc. Los síntomas normalmente van asociados a
situaciones de estrés muy forzado. La transmisión de esta bacteria
se realiza a través de la lluvia y el viento, dándose la
particularidad de que
esta enfermedad
afecta tanto a árboles aislados, como grupos de ellos, apareciendo
corros de árboles muertos de forma súbita. En España, los primeros
síntomas observados y los más alarmantes, fueron los chancros con
exudados copiosos en el tronco y ramas, y que, dependiendo de varios
factorees, pueden limitar el desarrollo del árbol pudiendo causarle
la muerte. También es habitual la observación de exudados en frutos
en formación, causando su caída prematura, y, con menor frecuencia,
en yemas.
Entre
los síntomas que aparecen más ligados a este tipo de procesos y
decaimientos se hallan los chancros, definidos de manera genérica
como aquellos procesos resultantes de la muerte y alteración de
tejidos vasculares debidos a la acción de distintos patógenos (en
este caso bacteria). Estos podrían clasificarse de la siguiente
manera:
- Chancros secos
- Chancros sangrantes
- Chancros carbonos
No
existe un tratamiento definitivo contra esta enfermedad ya que
normalmente los síntomas aparecen cuando el problema se encuentra en
un estado muy avanzado. A continuación ofrecemos algunas medidas
generales para su control:
- Selvicultura preventiva o de conservación.
- No acumular excesiva cantidad de maderas y leñas. Aclarar, podar, rozar, son prácticas adecuadas para mantener el monte en perfectos estado.
- Repoblación y correcta elección de especies.
- Es un fenómeno variado y complejo, pero identificado y en fase de estudio.
Paula
Sanz, veterinaria para los servicios en control
de plagas Madrid