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jueves, 15 de septiembre de 2011

Técnicas de Poda.

En la publicación anterior definíamos aclareo y pinzado como técnicas de corte.
La reacción característica de la planta ante cada técnica (ver publicación AQUI), que recordemos está expresada de forma genérica, nos permite inducir o modificar el desarrollo de posteriores brotaciones.
Por tanto, la técnica elegida aprovecha una tendencia natural de crecimiento de esa especie y órgano concreto.
Cuanto más exigente sea el objetivo de producción, esto es, cuanto más específico sea el motivo de poda, mayor es la complejidad de la técnica que la realiza y mayores son las exigencias al metabolismo vegetal.

Las exigencias que se realizan sobre un pie de frutal de hueso en cualquier explotación comercial ponen de relieve que en esas circunstancias el árbol en sí, no es un objetivo, si no que, al disminuir el rendimiento medio estimado, se reemplaza por otro árbol preparado para entrar en producción .


Para definir una técnica de poda incluiremos siempre la especie y el motivo de poda.
Veamos algunos ejemplos:

  • "Recepe" de olivos: aclareo completo de los "chupones" del pie de cepa.
  • "Refaldado" de pinos: aclareo completo de las ramas bajas hasta la altura que permita la herramienta o el implemento de corte.
  • "Selección" química del fruto en melocotón:  aplicación de hormonas inhibidoras de crecimiento en las yemas de fructificación próximas a la fase de engorde para reducir su número o eliminar las que posicionarían el fruto en un lugar desfavorable.
  • "Renovación" de rosales injertados: eliminación por aclareo de brotes vegetativos de tallo y cepa, reducción a 3 o 5 yemas de las varas florales.
Como vemos, las labores de poda abarcan el inmenso campo de los aprovechamientos agrícolas, y no es aventurado decir que hay una técnica para cada labor y un maestro en cada comarca.


El objetivo de esta serie didáctica es el arbolado natural y ornamental, donde la unidad de producción tiene componentes estéticos y fisiológicos que están estrechamente relacionados.
Un árbol o arbusto en su máximo fisiológico evoca y caracteriza por sí solo la idea de belleza.

No vamos a debatir acerca de la estética de las formas intervenidas que caracterizan una poda clásica donde la planta es el soporte de la forma pensada por el podador y ésta la expresión de su maestría.
Lo que me mueve es la sensibilidad hacia el vegetal y el aprendizaje resultante de la contemplación de la forma natural de su porte.
Hemos de recordar que cada brote emitido TIENE una función, aunque nosotros no sepamos interpretarla, y que entender el lenguaje de brotación de un árbol es un proceso paulatino (y fascinante).

Dado que NO tenemos motivos de poda por producción anual ni de turno, sería ilógico seguir estableciendo turnos recurrentes de poda y , por tanto, realizando inversiones en campañas de adecuación en vez de en recursos y medios de mantenimiento continuado.
Me explicaré:
Exceptuando municipios grandes, la tónica general es que no se hace una intervención sobre el arbolado hasta que éste comienza a generar abundantes o graves problemas.
El perfil de ejecución de esas obras tiene en común la abultada partida de maquinaria, bien para el astillado de restos, bien para su transporte, si no los dos, y esto viene determinado por el volumen y calibre de las ramas cortadas.
El resultado de estas campañas , generalmente invernales, es dispar dependiendo de lo atenta que haya estado la dirección técnica y de la calidad de trabajo de la empresa.


Si observamos la distribución de las tareas en mantenimiento urbano, veremos que tenemos una constante de afecciones individuales de determinados pies, bien sea por rotura, bien por molestias a los vecinos, bien por interferir con equipamiento urbano (farolas, señales).
Observaremos que esa constante aumenta de valor en momentos de actividad o parada vegetativa y con los momentos de viento intenso, pero se mantendrá a lo largo del año.
Sin embargo es característica de la brotación primaveral la invasión de tallos jóvenes en el espacio de paso del peatón.
Es una tarea estacional y recurrente (esta si) la ejecución de refaldados a pie de acera de tallos plagiotropos (horizontales) que acaban flexionando hasta invadir el espacio de paso de la acera, lo que nos da un motivo de poda suficiente.
La ejecución de esta campaña se puede realizar con un rendimiento estimado de 50 mts. lineales de acera/hora por podador si se le dota de pértiga motorizada, y la retirada de restos se puede realizar en furgón ligero e incluso "big-bag", aunque la disponibilidad ha de llegar a 1 saco cada 2 árboles.
Si a esto añadimos que con una mayor periodicidad (intervenciones más frecuentes) los cortes a ejecutar son más pequeños y las correcciones menos estresantes para la planta, veremos la necesidad de resistirnos a la costumbre de la poda periódica y probar la poda motivada.


TECNICA , PORTE Y ESTRUCTURA:
El resultado de la observación de las reacciones de los vegetales ante distintas agresiones controladas, ha dado cuerpo a un conjunto de conocimientos valioso pero con demasiadas variables, lo que hacía de la poda un saber casi "zonal", donde había expertos en vid, olivo, cítricos, manzano, encina o alcornoque, pero no un sistema que agrupara y diera sentido y correspondencia a todas éstas variables
En la bibliografía técnica disponible en castellano encontramos un modelo de porte (Rebour, 1968 / Gil - Albert) que se define por cuatro características, el porte ha de ser:

  1. BAJO: ha de conservar las ramas más bajas, la copa ha de nacer en el primer tercio del tronco. Favorece el reparto de la fuerza del viento.
  2. SOLIDO: la arquitectura del ramaje no ha de presentar discontinuidades que favorezcan puntos de rotura o grandes tramos sin ramificar.
  3. EQUILIBRADO: el reparto del peso en verde ha de estar homogéneamente distribuido alrededor de la circunferencia de la copa y entre las diferentes ramas principales.
  4. AIREADO: aunque la copa sea tupida en su periferia, el interior debe permanecer limpio de ramas secas, cruzadas y dominadas.

Vamos a estudiar qué técnicas de poda y corte hay que aplicar o evitar para conseguir resultados que cumplan con las cuatro características descritas: 
  1. Para conseguir un porte BAJO hay que evitar el refaldado abusivo el el tercio inferior del tronco o troncos principales mediante pértigas. Se han de controlar las ramas cercanas al area de uso mediante reducciones que nos evitarán aclarar (eliminar) la rama por completo.
  2. Para conseguir un porte SOLIDO hay que evitar cortes de grandes diámetros y turnos largos (más de 5 años), así como grandes tramos de tronco desprovistos de ramificación (exceso de selección).
  3. Para conseguir un porte EQUILIBRADO hay que evitar aplicar tratamientos en sólo una parte de la copa, seguir el modelo arquitectural del árbol y alternar técnicas de corte. Aplicar medidas reequilibrantes si una sección de la circunferencia de copa se ve afectada por un traumatismo
  4. Para conseguir un porte AIREADO es necesario eliminar:

  • Ramas muertas (escamonda, limpieza) por aclareo.
  • Ramas cruzadas o coincidentes en la base, eliminar la peor ubicada o menos vigorosa por aclareo.
  • Ramas dominadas, esto es, que no consiguen alcanzar la superficie iluminada de la copa, por aclareo.

Una vez más se recuerda que TODOS LOS CORTES HAN DE SER CORRECTOS (para ver el post del corte correcto, pulsa AQUI).